miércoles, 29 de abril de 2009

LOS SETOS


La poda y el cuidado de los setos.
Esta tarea, realizada de forma regular, estimula el crecimiento y mejora la forma de los arbustos. Algunos jardineros la realizan de forma rigurosa, mientras que otros sólo, tras un momento de vacilación, se atreven a cortar alguna ramita. Dependiendo de la planta, esto puede resultar un éxito o una catástrofe. Partiendo de los siguientes consejos este trabajo no tiene por qué ser un problema
Forma de corte.
Si se posee un jardín grande, puede dejarse que las plantas lleguen a su completo desarrollo. A pesar de ello, cada año hay que recortar un poco todas las ramas muy sobresalientes, así como las muertas y enfermas. A la larga, el seto libre llega a ser muy ancho, por lo que sólo es recomendable cuando el terreno es extenso.

Poda en la primera temporada de crecimiento
Inmediatamente después de la plantación se corta la planta frondosa hasta la mitad de su altura. Así, en la parte inferior nacen ramas laterales y se obtiene un bonito seto lleno. También debe despuntarse a lo ancho para estimular la formación de brotes laterales. Ya en esta fase de crecimiento los arbustos vuelven a alcanzar la vieja altura. En agosto se cortan los laterales por segunda vez.

La segunda temporada.
Las ramas del matorral frondoso se vuelven a despuntar y, si es necesario, también se cortan un poco las ramas laterales. De este modo, poco a poco se dará la forma deseada. Como regla se considera que uno bien podado, por metro de altura, es de 10 a 20 cm. más estrecho que en la base. Un seto que a una altura de 1,5 m tiene una anchura de 50 cm. en la base mide aproximadamente 70 cm.

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